En un movimiento que ha sacudido la escena política de Tucumán, el gobernador Osvaldo Jaldo dispuso la intervención del municipio de Juan Bautista Alberdi en la madrugada de hoy, una decisión que, según sus palabras, responde a “presuntas irregularidades, corrupción y narcopolítica” en la administración local.

Desde Casa de Gobierno, Jaldo fue contundente al afirmar: “Nadie tiene coronita”, una frase que resonó como un mensaje claro de su compromiso con la lucha contra la impunidad en la provincia. Esta intervención, que abarca tanto el poder ejecutivo como el concejo deliberante del municipio, marca un hito en la gestión de Jaldo y genera un intenso debate sobre el futuro político y social de Alberdi

Un operativo sin precedentes
La intervención comenzó a la 01:00 de la madrugada, cuando efectivos de la Policía de Tucumán y de Gendarmería Nacional irrumpieron en Alberdi, tomando el control de los edificios públicos y llevando a cabo allanamientos en los domicilios del intendente en funciones, “Pato” Campos, y del ex secretario de Hacienda, José Roldán. La magnitud del operativo, descrito como una acción coordinada y de gran alcance, sorprendió a los habitantes de la ciudad, quienes despertaron con una fuerte presencia de fuerzas de seguridad en las calles.

El despliegue no fue un hecho aislado. Según fuentes oficiales, la decisión de intervenir el municipio se basó en una serie de investigaciones que apuntan a irregularidades administrativas, presuntos casos de corrupción y vínculos con actividades ilícitas, incluyendo el narcotráfico. Jaldo, en conferencia de prensa, explicó que la intervención no se desencadenó únicamente por un audio viral que circuló la semana previa, en el que se habrían revelado compromisos políticos cuestionables, sino que responde a un cúmulo de evidencias recopiladas durante meses. “El audio se suma a todo lo que fue sucediendo en Alberdi”, afirmó el gobernador, dejando en claro que la medida era inevitable.

“Nadie tiene coronita”: Un mensaje contra la impunidad
Durante su intervención en Casa de Gobierno, Jaldo enfatizó un mensaje que ya se ha convertido en el lema de esta acción: “Nadie tiene coronita”. Esta frase, repetida en varias ocasiones durante la conferencia, encapsula la postura del gobernador frente a las irregularidades detectadas en Alberdi. “En Tucumán se terminó la impunidad. Caiga quien caiga, le va a caer todo el peso de la ley”, sentenció, dejando claro que su administración no tolerará desviaciones éticas ni legales, sin importar el cargo o la influencia de los involucrados.


El gobernador también aprovechó la ocasión para destacar que la lucha contra el narcotráfico y el narcomenudeo es una prioridad absoluta en su agenda. “Vamos a seguir yendo a fondo, hasta las últimas consecuencias”, aseguró Jaldo, quien subrayó que las acciones en Alberdi son parte de una estrategia más amplia para combatir el crimen organizado en la provincia. Este enfoque ha sido bien recibido por sectores de la población que exigen mayor transparencia y seguridad, aunque también ha generado críticas entre quienes consideran que la intervención podría tener motivaciones políticas.

Reacciones y consecuencias
La intervención ha generado una ola de reacciones en la comunidad de Alberdi y en el resto de Tucumán. Por un lado, algunos ciudadanos celebran la decisión, considerándola un paso necesario para poner fin a años de presuntas irregularidades. En las redes sociales, como refleja un posteo en X de un usuario identificado como
@Von_de_katz, se percibe un respaldo a la acción: “En hora buena, el que las hace las paga. #NADIETIENECORONITA”. Este sentimiento refleja el apoyo de ciertos sectores a la postura de mano dura de Jaldo.
Sin embargo, también hay voces críticas que cuestionan los motivos detrás de la intervención. Algunos opositores sugieren que la medida podría estar vinculada a disputas políticas internas o a un intento de consolidar el poder del gobierno provincial en regiones clave. Además, la intervención de ambos poderes municipales plantea interrogantes sobre el futuro de la gestión local y la autonomía de Alberdi.


Para tranquilizar a los habitantes, Jaldo aseguró que la intervención no afectará los servicios básicos ni el empleo de los trabajadores municipales. “Queremos llevar tranquilidad a los vecinos y a los empleados de la administración de Campos”, afirmó, comprometiéndose a garantizar la continuidad de las funciones esenciales mientras se lleva a cabo una auditoría exhaustiva.