Las elecciones legislativas de Misiones, celebradas este domingo 8 de junio, han consolidado el dominio del Frente Renovador de la Concordia, el oficialismo provincial liderado por el gobernador Hugo Passalacqua, en un comicio marcado por una participación del 57% y tensiones en el escrutinio. Con más de 60% de las mesas escrutadas, el candidato Horacio Sebastián Macías se impone con un 30.3% de los votos, asegurando al menos siete de las 20 bancas en juego, aunque podría perder la mayoría absoluta que el partido mantenía con 21 escaños. La jornada, que renovó la mitad de la Cámara de Representantes y cargos en 10 Concejos Deliberantes, dejó un panorama político fragmentado y un debut significativo de La Libertad Avanza (LLA), que se posicionó como la segunda fuerza con un 20.7%.

El proceso electoral transcurrió con normalidad, según el ministro de Gobierno Marcelo Pérez, aunque no estuvo exento de controversias. Denuncias de irregularidades, como la falta de boletas del Partido Obrero en Eldorado y acusaciones de aliento etílico en una mesa de votación, marcaron las primeras horas. La demora en la publicación de resultados oficiales, con datos provisionales disponibles recién tras las 21:00, generó especulaciones y críticas, especialmente de LLA, cuyo líder provincial, Adrián Núñez, afirmó que “el resultado no está cerrado” y anticipó un “giro histórico”. Sin embargo, el escrutinio provisional, con un 45% de las mesas contabilizadas, ya mostraba a Macías liderando con 32.4%, seguido por Diego Hartfield de LLA con 19.7%, y Héctor Barbaro del Partido Agrario y Social (PAyS) con 12.8%.

La sorpresa de la jornada fue la lista “Por la vida y los valores”, encabezada por el expolicía preso Ramón Amarilla, que alcanzó un 12.7%, peleando por el tercer lugar. Amarilla, detenido desde septiembre de 2024 por sedición tras liderar levantamientos policiales, podría ingresar a la Legislatura si la tendencia se mantiene, un hecho que genera debate sobre la legitimidad de su candidatura. La baja participación, influida por el clima y el desdoblamiento de los comicios respecto a las elecciones nacionales, reflejó un electorado dividido, con un 43% de abstención que podría haber afectado a las fuerzas opositoras más fragmentadas.


El tablero político: Un oficialismo en retiro Estratégico y una oposición en reconfiguración

El triunfo del Frente Renovador, que gobierna Misiones desde hace más de dos décadas bajo el liderazgo de Carlos Rovira, no oculta las fisuras en su hegemonía. Con 11 bancas en juego, el oficialismo podría retener entre siete y nueve, dependiendo del escrutinio final, lo que lo dejaría con 21 o 23 escaños en total. Esto pondría en riesgo su mayoría absoluta (21 escaños necesarios), obligándolo a negociar con otros bloques para aprobar leyes, un escenario inédito en la provincia. Passalacqua celebró el resultado en redes sociales, agradeciendo al “pueblo misionero” por su apoyo, pero el mensaje no disimula la necesidad de adaptar su estrategia a una oposición más competitiva.

La Libertad Avanza, que debutó en estas elecciones provinciales, se consolida como la principal fuerza opositora, asegurando entre tres y cuatro bancas con su 20.7%. El desempeño de Hartfield, ex tenista y figura emergente, supera las expectativas y posiciona a LLA como un contendiente serio para las elecciones nacionales de octubre, donde buscará repetir el éxito de Javier Milei a nivel local. El partido libertario, que competía con otras dos listas bajo su ideología, aprovechó la fragmentación opositora para captar un voto descontento con el oficialismo, especialmente entre jóvenes y sectores urbanos.

El Partido Agrario y Social (PAyS), con Barbaro en tercer lugar (12.8%), mantiene su influencia histórica como tercera fuerza, asegurando al menos dos bancas. Sin embargo, su crecimiento se vio limitado por la irrupción de Amarilla, cuya lista “Por la vida y los valores” podría sumar una o dos bancas si supera a PAyS en el conteo final. La figura de Amarilla, un símbolo de resistencia contra el rovirismo, resuena entre sectores que ven su detención como una persecución política, aunque su ingreso a la Legislatura podría exacerbar las tensiones entre el gobierno y la oposición.

El resto de las fuerzas, como el Partido Libertario (6.8%) y el Frente Unidos por el Futuro (5.8%), no lograron superar el umbral para ingresar al cuerpo legislativo, reflejando la atomización de la oposición tradicional. El kirchnerismo y otras corrientes peronistas quedaron relegadas, confirmando que el eje político en Misiones se desplaza hacia un duelo entre el renovadorismo y el libertarismo.

Consecuencias y Perspectivas

El resultado dibuja un tablero político en transición. El Frente Renovador, aunque victorioso, pierde terreno frente a una LLA que capitaliza el descontento económico (inflación del 18.3% proyectada y devaluación del peso) y la percepción de un oficialismo desgastado tras 25 años de poder. La posible entrada de Amarilla añade un elemento disruptivo, potencialmente alineándose con LLA o PAyS para desafiar al gobierno, aunque su condición de detenido complica su rol legislativo.

A nivel regional, el éxito de LLA en Misiones podría inspirar a otros distritos desdoblados (como Santa Fe o Formosa) a adoptar estrategias libertarias, fortaleciendo la influencia de Milei de cara a octubre. Para el oficialismo, la pérdida de la mayoría absoluta obliga a una renovación interna y a alianzas estratégicas, mientras que la baja participación sugiere un desafío para movilizar a su base en futuras contiendas.

En las calles de Posadas, los misioneros debaten el futuro. “El Frente sigue, pero ya no manda solo”, comenta un comerciante, mientras un joven apoya a Hartfield por su “frescura”. Con el escrutinio definitivo aún pendiente, Misiones entra en una nueva etapa política, donde la estabilidad del rovirismo y el ascenso del libertarismo definirán el rumbo provincial y nacional.